La tierra se quebró en la ciudad el 31 de agosto de ese año y muchos creyeron que se cumplía la profecía de un sacerdote.
Los bogotanos creyeron que la ciudad se iba a acabar ese día. Cuando escucharon el "ruido de huracán" que anticipó al sismo, recordaron las palabras que el sacerdote Francisco Margallo y Duquesne había pronunciado en el siglo XIX: "El 31 de agosto de un año que no diré, sucesivos terremotos destruirán a Santafé".
Dicen que hubo víctimas tras el colapso de la torre principal de la iglesia de Chapinero. Y cuentan que otras personas habrían muerto por causa de ataques al corazón o choques nerviosos producto del sismo, pero estoDicen que hubo víctimas tras el colapso de la torre principal de la iglesia de Chapinero. Y cuentan que otras personas habrían muerto por causa de ataques al corazón o choques nerviosos producto del sismo, pero esto no se confirmó. La iglesia de San Ignacio, el claustro del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, edificios gubernamentales y residencias privadas también sufrieron daños graves. no se confirmó. La iglesia de San Ignacio, el claustro del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, edificios gubernamentales y residencias privadas también sufrieron daños graves.
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